Algunos de los animales más amenazados del mundo se encuentran en el continente asiático. El elefante asiático es uno de ellos.
El elefante asiático es un mamífero de gran tamaño, de hecho es el más grande de Asia. En su gran envergadura destacan sus largas patas, su corto cuello y su larga trompa, flanqueada en ocasiones por dos grandes colmillos. Guarda notables diferencias con su pariente africano, siendo el elefante asiático más pequeño en altura, llegando a alcanzar los 3,5 metros. Otra de las diferencias son sus orejas, muy pequeñas comparadas con las del elefante originario de África
La destrucción del hábitat, la fragmentación, la pérdida del mismo debido al crecimiento de la población humana, entre otras cosas para la agricultura, son actualmente amenazas importantes para los elefantes. Las personas se comen y pisotean los cultivos. Debido a ello mueren al año cientos de elefantes. El futuro a largo plazo de los elefantes fuera de las zonas protegidas, e incluso dentro de algunas zonas protegidas, está ligado a la mitigación de estos conflictos, convirtiéndose en uno de los mayores desafíos de la conservación en Asia.
Las principales amenazas a las que se enfrenta el elefante asiático son la falta de hábitat y, como en otros casos, el ser humano. En cuanto a la falta de hábitat, esta se debe principalmente a la deforestación que sufren las selvas del sur de Asia, en las que normalmente viven. El hombre es su mayor amenaza ya que la caza furtiva, que llega a ser indiscriminada, provoca una alarmante disminución de los ejemplares de este mamífero. Esta caza excesiva responde a la venta ilegal de par de países
Las más importantes prioridades de conservación para el elefante asiático son:
1) La conservación del hábitat del elefante, garantizando la conectividad entre zonas gracias a corredores.
2) La gestión de los conflictos con los elefantes.
3) Una mejor protección a la especie a través de una mejora de la legislación y la aplicación de la ley, la mejora y el aumento de las patrullas sobre el terreno, y la regulación y freno del comercio de marfil y otros productos de elefante.
4) También es necesario el seguimiento de la conservación para evaluar el éxito o el fracaso de las intervenciones a fin de que puedan hacerse los ajustes necesarios (es decir, ir adaptando la gestión a las necesidades reales).
5) Hacer una estimación fiable del tamaño de la población y de sus tendencias serán necesarias como parte de la adaptación de la gestión a las necesidades.



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